
Un estudio, un micrófono y el silencio de la noche. No necesita nada más para, tras la música de la sintonía y hacer la entradilla, navegar por las ondas. Miles de oyentes y sólo se dirige a ella.
Un estudio, un micrófono y el silencio de la noche. No necesita nada más para, tras la música de la sintonía y hacer la entradilla, navegar por las ondas. Miles de oyentes y sólo se dirige a ella.
que bien pedro!
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